Un paraíso
Cerca de todo
Ubicada en el prestigioso condominio Barúgrande, a solo 50 minutos de Cartagena y 15 de las Islas del Rosario, Casa Mantra está rodeada de naturaleza, mar y tranquilidad. Es el lugar perfecto para reconectar contigo y los tuyos, sin desconectarte del mundo. Su ubicación estratégica la hace ideal tanto para descansar como para atraer viajeros que buscan experiencias auténticas en un entorno exclusivo.
Invierte en propiedad,
Gana experiencias
Con Casa Mantra puedes tener una casa de lujo en el Caribe colombiano desde $375 millones, gracias a un modelo de inversión de participaciones exclusivas (1/8 de participación). Pero más que una inversión rentable es una oportunidad para disfrutar momentos inolvidables con familia y amigos. Imagina escaparte del ritmo diario para celebrar cumpleaños, ver atardeceres desde tu terraza privada o compartir una cena en la piscina con quienes más quieres.
Vive el Lujo de un Resort,
Pero en tu casa
Cada estadía en Casa Mantra se transforma en una experiencia de lujo: chef privado, clases de yoga, tours por islas paradisíacas, deportes acuáticos y más. Todo coordinado por un gerente exclusivo que se encarga de cada detalle. Así, puedes llegar con tu familia o amigos, sin pensar en nada más que disfrutar. Y cuando no estás allí, tu propiedad sigue trabajando para ti a través de alquileres de alta gama.
Modelo probado
Disfrutas, rentas y ganas
Este no es un experimento. Serenity Houses ya probó el éxito con Casa Zen, y ahora Casa Mantra replica el modelo: diseño arquitectónico atractivo, administración profesional y proyecciones sólidas. Tus días de disfrute no son un gasto: incluso puedes rentabilizar esas noches si decides no usarlas, generando ingresos adicionales con toda la infraestructura lista.
Confianza total
Seguridad legal y cero estrés
Con el respaldo de un patrimonio autónomo manejado por fiduciaria, tu inversión está legalmente protegida y clara desde el día uno. Todos los gastos (servicios, seguros, administración, mantenimiento) son compartidos, y la operación está completamente delegada. Tú eliges cuándo quieres usar la casa, sin preocuparte por nada más. Es una inversión que se gestiona sola, mientras tú decides si prefieres relajarte en el jacuzzi o hacer un asado en la terraza.